Palabras
“Revolución de Mayo, y no de 1810”
El 25 de mayo es un día muy significativo en nuestra historia Argentina, un día de festejo, puesto que fue, el 25 de mayo de 1810, cuando se constituyó en BS.AS el primer Gobierno Patrio.
En ese entonces, el pueblo, ya cansado de tantas injusticias y malos tratos por parte de la corona española, se reunió en la plaza Mayor para reclamar sus derechos y se unió con un fin común, inherente a todos los ciudadanos, que dejando de lado cualquier otra diferencia, entendieron como prioridad absoluta hacer realidad su anhelo de igualdad y libertad.
Esa Libertad que supieron conseguir y que significa capacidad y actitud de elegir entre lo bueno y lo malo dándole sentido a nuestras vidas.
Ser Argentinos es reconocernos herederos de aquellos hombres y mujeres que lucharon por sus ideas, sus ideales, y por esa libertad; que seguramente se habrán preguntado más de una vez si ese, era el camino correcto, que habrán dudado y habrán sentido, muchas emociones encontradas como la alegría, la euforia, el miedo, la incertidumbre, la angustia, la tristeza, y el inmenso amor a la patria; dejando su huella impresa a través de los años, en cada uno de nosotros.
Hoy sabemos que todas ellas forman parte de nuestro ADN, que venimos de una historia emocional que nos posicionó como ciudadanos fuertes, aguerridos y resilientes.
Y que hoy más que nunca, debemos tomarlas para hacerle frente a algo que nos excedió tanto o más aún que en aquellos tiempos.
Que nos quitó parte de la libertad, nos alejó, y nos hizo sentir mucho miedo, y que por ese miedo, casi olvidamos lo fuerte que somos y todo lo que podemos lograr si aunamos criterios y buscamos y perseguimos el bien común, el bien mayor, por sobre todas las diferencia personales, políticas y religiosas que puedan existir. Esa sería nuestra revolución hoy, hacer lo que nunca antes hemos hecho.
GANAR-GANAR. Ninguno pierde, ganamos todos.
Reflexión
Así como también en la vida cotidiana, las emociones forman parte de nuestros procesos de aprendizaje; cada recuerdo y hecho relevante escolar, va acompañado de un impacto emocional, positivo o negativo, que hace la diferencia.
De ahí la importancia de saber cómo predisponemos a nuestros niños emocionalmente, ellos que nos miran, nos escuchan y nos ven, mucho más de lo que creemos y aprenden a través de nuestras acciones y muy poco de nuestros discursos.
Que vale más cómo los hacemos sentir, el cómo le decimos lo que les decimos, que lo que les decimos, que es nuestra tarea como docentes y como familia, acompañarlos en esa gestión de emociones, puesto que será su estado emocional quien defina que pueda o no aprender, mantenerlo en equilibrio y en consecuencia, favorecer su crecimiento personal y un clima ameno en convivencia escolar.
Por tal motivo es que hoy en esta fecha, señalamos especialmente, identificando desde la disparidad de las emociones, a la empatía, y a la resiliencia, como fundamentales a trabajar en estos tiempos, siendo que evidencian ser el camino de la recuperación y el levantamiento frente a la adversidad para seguir proyectando hacia el futuro.
¿Entonces, que podemos hacer para ello? Podemos empezar por:
- Mirar, disponernos desde lo corporal para nuestros alumnos, observarlos desde un todo, no solo lo que dicen, sino como lo dicen, las palabras , gestos, movimientos, entonación
- Escuchar, no solo oír, sino escuchar, que es oír + interpretar escuchar para comprender y no oír para responder
- Empatizar, ponernos en su lugar, empatizar con su emoción para entender, que siente, como lo siente y como se siente
Será recién ahí donde podremos responder a sus necesidades que seguramente distarán de los otros alumnos, porque cada uno es especial, único y posee habilidades diferentes que depende de nosotros, los educadores, descubrirlas y potenciarlas para favorecer su proceso de aprendizaje.
No ha cambiado la importancia relevante que tiene nuestro rol docente, ha cambiado nuestra función dentro del aula, presencial o virtual, ya no somos los proveedores de conocimientos y contenidos; somos quienes acompañan, guían, enriquecen, y enseñan el camino para encontrarlo y por sobre todas las cosas quienes debemos trabajar más que nunca en hallar la fórmula para hacerlos inmunes frente al fracaso escolar, la deserción, a la falta de interés y de estima.
Inmunidad, un término que hace un tiempo se instaló en nuestro discurso cotidiano, y en el que creo, para cerrar la reflexión, debemos poner mayor atención y dedicación; no solo para ofrecerle a nuestros alumnos sino para recibirla todos los profesionales de la educación, que necesitamos tanto o más de esa misma inmunidad.
¿Cómo? Renovando diariamente nuestro compromiso con la profesión que elegimos ejercer, recordando el para qué lo estamos haciendo, reconociendo y valorando todo el camino recorrido, y la capacidad que tenemos de seguir aprendiendo, de acomodarnos y de ser flexibles ante nuevas situaciones y contextos; y por sobre todas las cosas, aplaudirnos, porque con aciertos y errores, seguimos de pie, al frente de nuestras aulas, en todas sus versiones.
Con todo ese registro, volviendo a nuestra emoción más genuina de ese primer día que un niño nos dijo profe, seño, maestro/a vamos a poder seguir adelante para mantener la continuidad escolar, despertar el interés y fortalecer el autoestima; componentes fundamentales para avanzar en la inmunización escolar.
Sugerencias:
Pasos básicos a seguir para darle formalidad al acto escolar, vía zoom y/o meet
- Convocar con anterioridad, vía mail/WhatsApp a las familias de los alumnos que vayan a participar del mismo.
- También mandar una notificación especial a aquellos que vayan a ser abanderados. Sugerimos uno por sala, grado o curso y solo de la Bandera Nacional, a quienes además les vamos a pedir que lleven puesto la banda argentina, pudiéndola confeccionar con cintas de los colores de la bandera, para que al nombrarlos se los distinga como tal.
- Habilitar la reunión con sala de espera, de ese modo puede entrar primero el personal docente, y luego, cuando esté la mayoría, dar ingreso a todos juntos. ( Sería como abrir las puertas de la institución)
- En el momento de dar ingreso, compartir pantalla con una placa sobre el 25 de mayo, alguna frase alusiva, imagen o algo que sea significativo para la institución, con una música de fondo (a mí en lo particular, me gusta elegir una canción que tenga que ver con aquello que se quiere dejar como mensaje en el acto) dando un tiempo (lo que dure la canción, no más de 5 min) antes de dar inicio.
- Luego, el directivo o quién esté a cargo de llevar el acto, da la bienvenida a todos los presentes, y corrobora que estén todos los micrófonos silenciados, para omitir cualquier interferencia. (siempre se sugiere que el administrador del grupo sea alguien que solo cumpla esa función, para que pueda estar atento tanto a lo técnico, como a las necesidades de los participantes)
- Seguidamente, anuncia a los abanderados, y pide un fuerte aplauso para ellos, para lo cual da permiso a habilitar los micrófonos.
- Y así, con todos los micrófonos abiertos, y sin tener miedo a ello, da paso a entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, puesto que la importancia radica en poder escucharnos y escuchar las voces de todos los presentes, aunque sea en tonos y/o tiempos diferentes.
- Después de ese aplauso seguramente sentido, se vuelven a silenciar los micrófonos y se pronuncian las palabras alusivas a la fecha.
- Luego de ello promover con antelación, la participación activa de los estudiantes, ya que de esta manera volverían, a ser protagonistas por un instante, rol que se perdió en tiempo de aislamiento, para que vuelvan a sentir por un momento que hay alguien ahí, que pueda apreciar su trabajo, su participación y su aporte. Teniendo en cuenta que el reconocimiento y la valoración, son pilares fundamentales para fortalecer la autoestima e impulsar a seguir adelante.
Teniendo esto en cuenta, dejar de lado aquella sensación de querer controlar la sala de zoom/meet. En ese momento, cuando ellos sean los protagonistas, no importa si salen con delay, si se escuchan más o menos, o sino se entiende demasiado; lo que sí importa es que ellos están en el aquí y ahora, haciendo y sintiendo. Eso hace sentido.
- Para finalizar; agradecer, reconocer y valorar la participación de todos los presentes, el trabajo de los alumnos y pedir nuevamente un fuerte aplauso para todos. Despedirse con un mensaje que inspire a seguir adelante y a seguir poniendo lo mejor de sí.
- Luego, compartir la misma canción de apertura, habilitar los micrófonos, y decir muchos chau, hasta luego, con la mano, con un beso, y recibir y escuchar los saludos de todos.
Retroalimentarnos, sentirnos, percibirnos y saber que sin importar dónde o en qué contexto, estamos ahí, JUNTOS, haciendo escuela.
Si querés más información o detalles de cómo llevar a cabo un acto escolar, sumate próximamente a la llave ACTOS ESCOLARES, en la que se verá con especificidad el abordaje y la finalidad de los mismos.
ME ENCANTO !!!
Gracias!!